Verano, piscinas y padres a otra cosa

Llega el verano, el calorcito y el tiempo de playa y piscinas.

Los niños disfrutan al aire libre y por supuesto las madres y padres aprovechamos para ponernos al día con vecinos y amigos, leer el libro que nunca acabamos o visitar las redes sociales con tranquilidad.

Pero...¿Nos relajamos demasiado?


Yo creo que sí.

Hay quien cree que  con ponerle manguitos, flotador y protector solar al niño ya puede sentarse tranquilo que no pasará nada.

También está el padre/madre que piensa que el socorrista, además de vigilar que se cumplan las normas y responder ante una emergencia, está para hacer de canguro de sus hijos así que deja que sea él/ella quien le llame la atención a la criatura cada vez que no actúe de forma correcta.

Pues no. Por mucho flotador que le pongas al niño puede resbalar y darse un golpe, saltar encima de otro y hacerle daño o miles de cosas más de las cuales somos responsables los adultos que vamos con ellos...Ni el socorrista ni el adulto coherente que SÍ está cuidando de sus niños.

Llamadme maniática pero cada vez que bajamos a la piscina les repito las normas a mis hijos mayores aunque se las sepan de memoria y las gemelas entran al agua solo conmigo o su papá que no nos despegamos de ellas, sin flotador porque queremos que naden desde pequeñitas y prestando atención a lo que hacen.

Seamos responsables. 

La playa y la piscina son sitios divertidos, pero en un momento determinado pueden ser muy peligrosos si nos despistamos con los más pequeños.

Admito que alguna vez me he despistado yo también ( Y por suerte no ha pasado nada) pero intento que no pase y sobre todo tener ojos hasta en la espalda.

Y sobre todo desde que soy educadora infantil, porque ya no sólo dependen de mí mis hijos sino que otros padres dejan a los suyos a mi cuidado y eso es doble responsabilidad.

Es una pena ver año tras año grupos de padres que charlan animadamente mientras sus hijos corretean alrededor de la piscina y el socorrista ya no sabe que hacer. Y quien dice charlando dice con la mirada fija en el móvil.

Esto es muy serio: Un niño pequeño puede ahogarse en una piscina con pocos centímetros de agua y bastan unos segundos de distracción para que suceda.

Luego somos los primeros que cuando pasa algo ponemos el grito en el cielo...No señores, los responsables somos nosotros por no tener cuidado y esperar que el niño envuelto en plástico no se haga daño ni se ahogue.

Disfrutemos del verano, de las piscinas, de la arena y de nuestros niños pero teniendo en cuenta siempre que son nuestra responsabilidad y estan bajo nuestro cuidado.

Tal vez pensáis que soy demasiado "tremendista" pero estas cosas pasan más a menudo de lo que deberían y en la mayoría de casos por distracciones.

Si queremos tener un verano felíz, a los niños no les quitemos los ojos de encima.  

Y cómo padres de mando a distancia no hay sólo en las piscinas (Te los encuentras en cualquier parte) os invito a leer el post de Principesa de Preslav→Madrefuckers II: Educando con un mando a distancia 
Principesa, muchas gracias por la mención 😉